Cómo hacer tu propio servidor NAS y todo lo que necesitas saber sobre RAID

¿Cómo hacer tu propio servidor NAS?
Descarga e Instalación

  1. Graba la ISO de Nas4Free en un CD/DVD o un USB autoarrancable.
  2. Conecta un teclado y un monitor al PC que utilices como servidor de almacenamiento casero NAS.
  3. Arranca el NAS desde el PC, como ya hemos explicado para el FreeNas.
  4. Una vez instalado, retira el CD/DVD o USB y reinicia el equipo.
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Un servidor NAS (Network Attached Storage) es un dispositivo que permite almacenar y compartir archivos en una red local. Es una excelente opción para aquellos que necesitan almacenar grandes cantidades de datos y compartirlos con otros dispositivos en la red. Si quieres hacer tu propio servidor NAS, aquí te contamos todo lo que necesitas saber.

Antes de empezar, es importante que sepas qué es un espejo de disco. Un espejo de disco es una técnica de RAID (Redundant Array of Independent Disks) que consiste en tener dos o más discos duros idénticos que almacenan los mismos datos. De esta manera, si uno de los discos falla, los datos pueden ser recuperados del otro disco. Es una forma de tener una copia de seguridad de tus datos.

Existen varios tipos de RAID, pero el más rápido es el RAID 0. Este tipo de RAID divide los datos en bloques y los distribuye entre dos o más discos, lo que aumenta la velocidad de lectura y escritura. Sin embargo, el RAID 0 no tiene redundancia, lo que significa que si uno de los discos falla, se pierden todos los datos.

Los otros tipos de RAID son el RAID 1, RAID 5, RAID 6 y RAID 10. El RAID 1 es un espejo de disco, como mencionamos anteriormente. El RAID 5 utiliza paridad para distribuir los datos entre varios discos y permite la recuperación de datos en caso de fallo de un disco. El RAID 6 es similar al RAID 5, pero utiliza dos bloques de paridad para ofrecer una mayor redundancia. El RAID 10 combina los beneficios del RAID 0 y RAID 1, dividiendo los datos en bloques y duplicándolos en dos o más discos.

Finalmente, el RAID 3 es un tipo de RAID que utiliza un disco para almacenar información de paridad. Este tipo de RAID no se utiliza comúnmente, ya que es menos eficiente que otros tipos de RAID.

Ahora que sabes todo esto, es hora de hacer tu propio servidor NAS. Necesitarás un dispositivo NAS, discos duros compatibles con el dispositivo y un software de gestión de RAID. Configura los discos duros en el software de gestión de RAID y selecciona el tipo de RAID que deseas utilizar. Después de eso, configura el dispositivo NAS para que pueda conectarse a tu red local y empezar a almacenar y compartir tus archivos.

En resumen, hacer tu propio servidor NAS es una excelente opción para aquellos que necesitan almacenar grandes cantidades de datos y compartirlos en una red local. Si decides hacerlo, asegúrate de entender los diferentes tipos de RAID y seleccionar el que mejor se adapte a tus necesidades.

FAQ
¿Cómo hacer un arreglo de discos RAID 1?

Para hacer un arreglo de discos RAID 1, necesitas al menos dos discos duros del mismo tamaño y velocidad. En primer lugar, debes conectar los discos duros a la placa base y configurarlos en el modo RAID 1 en la BIOS. Luego, deberás iniciar el sistema operativo y crear una partición RAID 1 utilizando un software especializado en RAID. Una vez creada la partición, podrás utilizarla como si fuera un disco duro único y redundante, es decir, si uno de los discos falla, toda la información se encuentra respaldada en el otro disco.

¿Qué es RAID 1 0?

RAID 10, también conocido como RAID 1+0, es un nivel de RAID que combina características de RAID 1 y RAID 0. En este nivel, los datos se dividen en bloques y se duplican en dos o más unidades de disco para proporcionar redundancia y mejorar el rendimiento. RAID 10 ofrece una alta tolerancia a fallos y una alta velocidad de lectura y escritura, pero es más costoso que otros niveles de RAID debido a la necesidad de tener al menos cuatro unidades de disco.

¿Cuál es la ventaja de una red SAN o NAS?

La principal ventaja de una red SAN o NAS es que permite compartir y acceder fácilmente a archivos y datos almacenados desde distintos dispositivos y ubicaciones en la red, lo que mejora la eficiencia y productividad en el trabajo colaborativo. Además, en el caso de una red NAS, se puede configurar un sistema de RAID para proteger los datos y garantizar su disponibilidad en caso de fallos en los discos duros.

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