No, no puede. Es decir, si tienes un imán súper potente y de gran tamaño y lo frotas directamente contra tu MacBook (o cualquier otra cosa), puedes estar muy seguro de que lo va a dañar.
Pero en general – no. Los antiguos discos duros, televisores CRT y similares se veían afectados negativamente por los imanes, pero la tecnología tal y como la conocemos hoy en día ha superado estos pequeños obstáculos y ahora hay aún más imanes que alimentan o son utilizados por los dispositivos electrónicos para alimentar diversas funciones. Verás que la mayoría de los teléfonos, por ejemplo, tienen ahora un magnetómetro que, ¿adivina qué? Sí, está hecho de un imán.
Este extraño estigma necesita morir con la tecnología que lo engendró en primer lugar. No hay necesidad de que la gente tenga miedo a los imanes cuando los imanes se utilizan más para hacer el bien que el mal, y mucho más.
Hay un montón de accesorios para los teléfonos que utilizan imanes también, e incluso se ven fabricantes de marca como Samsung creando fundas que utilizan imanes. Crees que lo harían si supieran que dañarían SUS propiedades? Luego tienes tus soportes magnéticos para el coche, que son universales, al contrario que el diseño de esos soportes fijos/específicos para teléfonos.