Los ordenadores empezaron a ponerse en los coches ya a finales de los años 70 y principios de los 80. Se trataba de sofisticados sistemas de control de automóviles y, en un principio, sólo aparecían en vehículos de gama alta y de alto rendimiento. A mediados de los 90, todos los coches tenían ordenadores que controlaban los sensores, la combustión …