El cifrado de dispositivos no es una solución única para proteger todos tus datos e información de miradas indiscretas, especialmente cuando envías datos por Internet. En cambio, el cifrado de dispositivos convierte todos los datos almacenados en su teléfono en una forma que sólo puede ser leída con las credenciales correctas. Esto va más allá de una contraseña normal de la pantalla de bloqueo, ya que se puede seguir accediendo a los datos desde detrás de esta pantalla con algunos conocimientos especializados y el uso de recuperaciones, cargadores de arranque o el Android Debug Bridge.
Una vez encriptados, tu música, fotos, aplicaciones y datos de la cuenta no se pueden leer sin descifrar primero la información utilizando una clave única. Entre bastidores hay un buen número de cosas que suceden, en las que una contraseña de usuario se convierte en una clave que se almacena en un «entorno de ejecución de confianza» para mantenerla a salvo de ataques de software. Esta clave es necesaria para cifrar y descifrar los archivos, algo así como esos rompecabezas del alfabeto que descifran las letras.
Pero con Android esto es muy sencillo desde el punto de vista del usuario, sólo tienes que introducir tu código de acceso cada vez que arranques o desbloquees el dispositivo y todos tus archivos serán accesibles. Esto significa que si tu terminal cae en manos equivocadas, nadie más podrá dar sentido a ninguno de los datos de tu teléfono sin conocer tu contraseña.