Lo que más miedo da del mundo de la tecnología que he aprendido, es que no tienes escalera ni red de seguridad. Tienes que desguazar y luchar por cada ascenso que consigues.
Tu tope salarial es enorme, pero el trabajo para llegar a él es igualmente enorme y, a diferencia de otras profesiones bien pagadas, nadie te va a llevar de la mano durante todo el proceso.
Por ejemplo, en medicina, una vez que te aceptan en tu residencia, se acaba la lucha en el pozo con tus compañeros para ascender. Después de especializarte, el juego termina. Tienes garantizado un trabajo bien pagado aunque hagas lo mínimo cada día. Todo lo que tienes que hacer es poner en los 4 años de la escuela de medicina y 4-7 años de residencia y usted está garantizado algo.
Volviendo a la ingeniería de software, usted no tiene esa suerte. Empezando en un nivel junior nada más graduarte aprenderás rápidamente que muchos de tus compañeros empezaron a codificar justo después de aprender a leer. Si no estás llevando a cabo proyectos paralelos para divertirte los fines de semana, estás en una enorme desventaja y en este punto mucha gente se da cuenta de que necesita hacer la transición a la gestión o al lado empresarial de las cosas porque nunca llegarán al nivel senior.
Tienes que seguir aprendiendo, todos los días. Pero la habilidad no es suficiente porque casi siempre vas a tener que jugar el juego corporativo para salir adelante. Más vale que te acostumbres también a ser una persona con don de gentes y hagas las conexiones adecuadas, desde el primer día de la licenciatura. Con el tiempo, si juegas bien tus cartas, te ascenderán a un puesto senior y después podrás convertirte en un consultor independiente, donde está el verdadero dinero.
La ingeniería de software no es un trabajo de 9 a 5. Es un estado de constante aprendizaje y mejora – y necesitas encontrar esa diversión o te costará salir adelante.