Sky: Children of the Light. Sky: El juego es una aventura con elementos de RPG en la que explorarás niveles de increíble belleza a pie y en vuelo, resolverás problemas y acertijos. La tarea del juego es devolver las estrellas a su lugar. Se divide entre un conjunto de niveles, cada uno de los cuales simboliza una constelación concreta.
Realmcraft. Se trata de un juego sandbox clásico en el que hay que recolectar objetos, fabricar y explorar el mundo que nos rodea. De hecho, es muy similar al conocido Minecraft, pero con varias diferencias. La principal (y más agradable) diferencia es que este juego es gratuito. Además, te sorprenderá gratamente con unos gráficos más jugosos, objetos personalizados, minijuegos y otras fichas. Hay varios modos: supervivencia, creativo y multijugador.
Crashlands. Otro de los juegos sandbox favoritos, con unos gráficos inigualables y un mundo abierto sin límites. Sólo que aquí hay una trama (con chistes ingeniosos y un significado profundo), y aquí sobrevivirás en otro planeta rodeado de alienígenas. El juego cuenta con un impresionante sistema de artesanía, del que los desarrolladores están especialmente orgullosos. Cuenta con más de 500 objetos distintos que te ayudarán a sobrevivir y a hacer más fuerte al protagonista.
Goat Simulator. Uno de los juegos de mundo abierto más extraños que he visto. Sus desarrolladores aseguran que es ideal para aquellos que siempre se han imaginado en el papel de una cabra, pero tenían miedo de admitirlo ante sí mismos. En general, en él te convertirás en un auténtico artiodáctilo que explorará este maravilloso mundo con un deseo irresistible de destrozarlo hasta el último ladrillo. Sí, el juego es tan estúpido que incluso llega a dar miedo.