Tengo que señalar lo que nadie más ha sacado a colación.
Deberías haberlo visto venir. Tenías un amplio aviso de que había un problema con el disco. Aquí, déjame citarte.
Lo desconecté para detener el agarrotamiento (ya que eso suele arreglar estos problemas)
Veamos… el disco se ha agarrotado en el pasado, una clara indicación de que iba a fallar, y una clara indicación de que deberías hacer una copia de seguridad de los datos que había en él. Tus propias palabras. Incluso habías desarrollado un procedimiento para «arreglar» el agarrotamiento.
Aquí’ está la cosa. No sabemos si es el disco. Podría ser el convertidor de USB a SATA que está en la carcasa conectado a la unidad. Verás… ese convertidor podría haber dejado de funcionar, mientras que la unidad en sí podría estar bien dentro.
Así que aquí están tus opciones.
- Saca la unidad de la carcasa (lo que anularía cualquier garantía), y conéctala a otro convertidor USB a SATA. Si la unidad está bien, podrás obtener tus datos. Si no puedes acceder a tus datos, puedes enviar la unidad a un servicio de recuperación de datos para que hagan su magia con ella. Si tiene suerte, sólo le costará unos 400 dólares la recuperación de los datos.
- Envíe la unidad tal y como está ahora a una empresa de recuperación de datos. El precio no será diferente de la opción anterior, pero hará menos trabajo usted mismo.
- Pruebe el truco del congelador. Ponga el disco en una bolsa ziplock y saque todo el aire que pueda antes de sellarla. O bien lo pones en un bloque apretado con cinta adhesiva, o lo pones en una segunda bolsa y sacas el aire de esa también. Mételo en el congelador durante unas horas. Cuando lo saques, puede que tengas unos minutos de uso antes de que se caliente y se agarre de nuevo.
Sin embargo… el disco te ha estado DICIENDO que tenías que hacer algo. Has tomado la decisión consciente de NO hacer nada. Te has ganado el estado en el que te encuentras.