El primer paso es iniciar tu ordenador en modo seguro. Asumiendo que tienes Windows 10, y que puedes llegar a la pantalla de inicio de sesión, este enlace puede ayudarte:
Inicia tu PC en modo seguro en Windows 10
Cuando reinicies en modo seguro, probablemente encontrarás que la resolución de tu pantalla es baja. No te alarmes: esto se debe a que en el modo seguro no se cargan los controladores, incluidos los de vídeo que te dan una pantalla de alta resolución.
Deja que se complete el arranque en modo seguro, e inicia la sesión de forma normal. A continuación, apague el PC de forma normal, utilizando la opción del menú Inicio. (Consejo profesional: si hace clic con el botón derecho del ratón en el símbolo de Inicio, obtendrá un útil menú que le permite hacer muchas cosas, entre ellas apagar o cerrar la sesión)
Por último, inicie el PC normalmente. Es posible que el problema se haya solucionado. Si no es así, arranque en modo seguro de nuevo, vaya al Administrador de dispositivos y vea si algún trozo de hardware está indicando problemas. Si es así, tendrás que tomar medidas para resolver el problema. No puedo sugerir nada más por el momento. Buena suerte.