Primero comprueba si ese programa está disponible en Windows. A continuación, ejecute esta lista de comprobación.
- Es ese programa compatible con Windows 10. En caso afirmativo, obtenga la última versión del desarrollador e instálela
- Compruebe si el programa tiene extensión .exe. Haz clic con el botón derecho del ratón sobre el archivo y haz clic en propiedades. En la ventana de propiedades comprueba la extensión. .exe sólo instalará el programa en su ordenador.
- Compruebe si su cuenta tiene privilegios de administrador. Windows no permitiría a los usuarios sin Privilegio Administrativo instalar y desinstalar programas. Para comprobarlo vaya a Configuración
- Por último el programa puede estar obsoleto. Si es así haga clic con el botón derecho del ratón en el programa que desea instalar y seleccione propiedades. En la ventana de propiedades seleccione compatibilidad y ejecute el solucionador de problemas. Deje que el solucionador de problemas le sugiera una configuración basada en su base de datos e intente instalar el programa utilizando esa configuración.
- Compruebe si UAC (Control de Acceso de Usuario) está bloqueando su instalación. UAC puede estar enviando un aviso y usted termina haciendo clic en no.
- Por último, pero no menos importante, compruebe si hay alguna directiva de grupo en vigor en su ordenador, si es así, pida a su administrador o ensamblador del sistema que la cambie. (Nota: Solo aplicable si usas Windows 10 Pro)