Java es el lenguaje elegido, ya que el sistema de desarrollo de Android, así como el IDE Android Studio, están escritos en Java.
Es cierto que se pueden utilizar diferentes lenguajes (C# y Delphi por nombrar los primeros que me vienen a la mente), pero decidí quedarme con Java por una serie de razones, pero la más significativa es la siguiente.
La tasa de actualización de las herramientas de desarrollo es extremadamente alta. Cada semana o dos, te avisan de que hay una nueva versión disponible y unos segundos más tarde tienes algún bug corregido, alguna actualización de la API y demás.
Además, desarrollar bajo Android no es tan sencillo ya que hay muchas versiones posibles del SO contra las que puedes decidir desarrollar, muchas herramientas posibles de destino y demás. Si Google decide actualizar, entonces las primeras herramientas que se actualizarán serán las de desarrollo en Java, y sólo después se actualizarán todos los demás entornos de desarrollo, semanas o incluso meses después.
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Si tu aplicación tiene pocas dependencias de las características del dispositivo, por ejemplo muestra el contenido de una base de datos remota o muestra algún tipo de contenido gráfico, una alternativa viable es la de desarrollar tu aplicación en una mezcla de HTML5 y JavaScript. Hay maneras de envolver todo esto en una sola aplicación Android, pero desarrollas en un entorno completamente neutral para el ordenador e incluso puedes utilizar tu aplicación en un ordenador de escritorio si desarrollas de esta manera.