La mayoría de los médicos de EE.UU. utilizan hoy en día una historia clínica electrónica para revisar los expedientes, documentar los hallazgos y ordenar la realización de pruebas y la administración de medicamentos.
Este software suele venir con una gran cantidad de «apoyo a la decisión clínica» (CDS) incorporado para evitar errores y promover una buena atención. Incluso las medidas más sencillas, como facilitar la revisión de los resultados de pruebas anteriores o resaltar los signos vitales anormales, pueden considerarse una herramienta de software que ayuda a realizar el diagnóstico.
Existen CDS más sofisticados: por ejemplo, algunos sistemas miran las alergias declaradas por el paciente y las pruebas recientes de la función renal mientras un médico ordena un estudio radiológico con contraste intravenoso, para alertarle si un paciente corre el riesgo de sufrir una reacción, o un daño renal. Otros sistemas hacen uso de ACR Select, que afirma sugerir estudios de imagen más apropiados que los que un médico puede haber ordenado inicialmente, para responder mejor a la pregunta clínica en cuestión.
También hay calculadoras médicas, tanto alojadas dentro de nuestros sistemas electrónicos, como accesibles a través de aplicaciones o sitios web, como Calculadoras médicas, ecuaciones, algoritmos y puntuaciones. Estas calculadoras han sido estudiadas y validadas, y pueden ser útiles, cuando se utilizan en el entorno apropiado del paciente – se introduce (o su EHR importa) la historia del paciente, los resultados de los exámenes, los resultados de las pruebas y otros criterios, y se obtiene un resultado que aumenta o disminuye la probabilidad de una enfermedad en particular. Aunque estas calculadoras parecen eliminar parte de la subjetividad del proceso de diagnóstico, un artículo reciente señala que las calculadoras no se estudian lo suficiente junto con el juicio subjetivo de los médicos, y cuando lo hacen, la gestalt de un clínico a menudo funciona tan bien como una calculadora validada.
Si se pregunta por el Watson de IBM, o por los anteriores sistemas de «Oráculo Griego» que tomaban un montón de datos estructurados y escupían un diagnóstico (o probabilidades de diferentes diagnósticos), bueno, esos sistemas han estado en la periferia de la medicina durante un tiempo. MYCIN se remonta a principios de la década de 1970, y los anuncios de televisión de IBM hacen esperar que Watson ayude a los médicos a elegir los regímenes de quimioterapia más adecuados para los distintos subtipos de cáncer.
Sistemas expertos como estos han demostrado ser útiles en áreas restringidas, como la quimioterapia y la interpretación de electrocardiogramas, pero hasta ahora son demasiado engorrosos y poco prácticos para el diagnóstico y la atención de rutina.