La prueba de diagnóstico se llama AST (Apple Service Toolkit) y tiene varias herramientas de diagnóstico dentro de ella. Está en un servidor dedicado y arranca a través de un protocolo de red. Envía los resultados del diagnóstico (sin información personal) de vuelta a Apple y se adjunta al número de serie de la máquina.
El que se ve en la tienda se llama MRI (Mac Resource Inspector). Es una herramienta de diagnóstico de cara al cliente que comprueba todos los componentes internos para asegurarse de que están conectados y encendidos. También muestra información de diagnóstico simple como la salud de la batería. Se trata de una prueba de diagnóstico muy simple que se ejecuta frente al cliente para asegurarse de que puede ver si los componentes están funcionando o no.
Dentro de AST hay otras herramientas de diagnóstico. Hay una herramienta de diagnóstico del disco duro que comprueba el estado SMART de una unidad y detecta los bloques defectuosos. Hay una herramienta de trackpad para portátiles que comprueba si el trackpad tiene puntos muertos. También hay pruebas específicas de la generación, como una que comprueba si la tarjeta de vídeo falla en el «Macbook Pro (15 pulgadas de mediados de 2010)», que tiene una extensión de la garantía, y los SSD’ s en ciertos Macbook Air. AST detecta el modelo conectado y trae todas las herramientas de diagnóstico disponibles para ese modelo.
Como técnico, las pruebas que había eran sobre todo útiles para confirmar los problemas que sabíamos que existían y mostrárselos al cliente, así como para ponerlo en el sistema de Apple’s para poder pedir piezas. Teníamos herramientas de diagnóstico mejores y más sencillas que utilizábamos la mayor parte del tiempo. Ciertas piezas no podían pedirse sin un tipo específico de fallo en AST, por lo que teníamos que conseguir el tipo correcto de fallo antes de poder realizar la reparación.