Android como sistema operativo es muy seguro. Tiene múltiples capas de protección para mantener el malware a raya, y requiere tu permiso específico para hacer casi cualquier cosa que pueda llevar a que tus datos o el sistema se vean comprometidos. Sin embargo, Android es un sistema abierto que confía en ti, el usuario, y en su comunidad de desarrolladores para hacer lo correcto. Si quieres, puedes ceder muchos permisos, e incluso acceder a partes más profundas del sistema si has rooteado tu teléfono. Android trata de protegerte de ti mismo, pero si le das un empujón, te permite tener la última palabra sobre qué instalar (y desde dónde, como fuentes desconocidas y más allá de los muros regularmente patrullados de Google Play) y a quién dar permisos.
Como en toda discusión sobre seguridad, esas cosas te abren al malware no porque sean malas, sino porque los usuarios son el eslabón débil. Así que cuando la gente habla de la seguridad de Android, no es que Android sea intrínsecamente inseguro, lo somos nosotros. Android nos da mucho poder, y un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Cómo funciona la seguridad en Android
Android fue diseñado con la seguridad como uno de sus principios fundamentales. Sin compararlo con ninguna otra plataforma, hace un trabajo realmente bueno para asegurarse de que los procesos no recopilen demasiada información (o utilicen demasiados recursos) sin permiso, que ninguna aplicación o proceso tenga acceso al nivel del sistema sin los privilegios adecuados, y que el usuario, en general, siempre esté al tanto de lo que’ está ocurriendo entre bastidores. Para saber más, visite aquí…..¿Cómo de seguro es Android, realmente?