En general, el malware y los exploits en iOS son relativamente raros, especialmente en comparación con las plataformas de escritorio. La naturaleza cerrada del sistema significa que es poco probable que encuentres muchas aplicaciones peligrosas, por dos razones. En primer lugar, todo lo que se publica en la App Store debe cumplir los estrictos requisitos de seguridad y calidad de Apple: una aplicación que permita comprometer seriamente la privacidad de alguien o la seguridad de su dispositivo nunca vería la luz en la tienda de aplicaciones. En segundo lugar, las aplicaciones funcionan en una «caja de arena segura» y, por lo general, no pueden causar estragos en el teléfono. Si se bloquean, normalmente sólo se bloquea la aplicación en sí misma, no todo el teléfono.
Ahora bien, todo esto es a un nivel muy genérico. Sería ingenuo creer que cualquier sistema es realmente 100% seguro y protegido – la gente siempre encontrará una manera de eludir deliberadamente la seguridad o propagar el malware y los virus. La mejor manera de asegurarse de que esto no te ocurra es ser consciente de los riesgos que conlleva:
- El jailbreaking de tu teléfono -que conlleva algunos beneficios como la apertura de tu dispositivo a una serie de funcionalidades y piezas de software adicionales a través de cosas como Cydia- por su propia definición elude parte de la seguridad y estabilidad integradas de la plataforma. Al hacer jailbreaking, siempre hay que tener en cuenta que lo haces bajo tu propio riesgo, y que estás eligiendo confiar en editores independientes de software y parches. La gran mayoría están perfectamente bien y son muy buenos – pero siempre hay un mayor riesgo de encontrar una pieza de software que no es buena.
- Descargar y «Sideloading» software de fuentes no confiables puede en sí mismo ser peligroso – precisamente por las razones anteriores. En caso de duda, limítese a las aplicaciones que puede encontrar en la tienda de aplicaciones estándar para el dispositivo.
- Sería negligente si no destacara una última cosa aquí: para la gran mayoría de ROMs gratuitas para juegos antiguos, los derechos de autor pueden seguir aplicándose a estos. Si el juego y el hardware son de tu propiedad, es probable que existan disposiciones que te permitan utilizar un emulador como «copia de seguridad» o por comodidad de uso. Pero dicho esto, la Game Boy Advance puede encontrarse en eBay u otros sitios por cantidades ínfimas de dinero -a veces sólo un par de dólares- y suele venir con docenas de cartuchos. Esto suele ocurrir con muchas de las consolas de la generación anterior. Mi consejo personal es que inviertas una pequeña cantidad de dinero en una vieja consola, le pongas unas pilas nuevas y juegues a los juegos de la forma en que fueron concebidos originalmente. Hay algo maravillosamente satisfactorio en jugar a los juegos originales de Pokemon, Final Fantasy o Metal Gear en una plataforma de la misma época de la que proceden.