¿Sustituirán los ordenadores a los actuarios?

No. Es cierto que parte del trabajo actuarial es extremadamente mundano e implica ser un jinete de hoja de cálculo con medio cerebro, sin embargo, muchos riesgos evolucionan más rápido de lo que se puede enseñar a un ordenador a evaluarlos. Siéntase libre de llamarme ludita. Breve razonamiento a continuación:

1. Tomemos, por ejemplo, los seguros de responsabilidad cibernética, el coche autodirigido y la economía colaborativa. Se trata de riesgos relativamente nuevos y pocos expertos del sector afirmarán tener la capacidad de prever con exactitud los siniestros. De hecho, las regulaciones para los dos últimos ejemplos ni siquiera se han establecido para delimitar la responsabilidad. Cuando el polvo se haya asentado, habrá nuevos riesgos que asegurar.

2. Incluso en las líneas de negocio existentes, por ejemplo, la compensación de los trabajadores en California, hay una evolución constante. Reformas, nuevos fármacos adictivos, cambios en la macro y microeconomía, todo afecta al coste de este seguro. Si puedes construir un algoritmo para aprender con precisión cómo cambia este coste, entonces bien podrías estar ganando dinero en el mercado de valores.

3. En todo el mundo, hay esquemas de seguros completamente diferentes. Cada regulador financiero tiene un enfoque diferente, dependiendo de factores como el poder del consumidor, la litigiosidad, la presencia y la cobertura de la sanidad universal, las restricciones religiosas (por ejemplo, si la usura está prohibida), la riqueza soberana y del consumidor. Debido a que estos factores son dinámicos y a veces están correlacionados, es difícil predecir si habrá un pequeño cambio o incluso un trastorno del sistema de seguros dentro del cual estás cuantificando el riesgo.

Así que, hasta que alguien realmente inteligente construya un robot realmente adaptable y previsor, yo’diría que los actuarios están aquí para quedarse.

(Además, con un robot tan bueno, tú’ganarías mucho más invirtiendo en lugar de reemplazar a los nerds en una industria que hace un 10% o menos de RoE.)