Depende en gran medida de tus objetivos.
Si quieres grabar música simple a intermedia compleja, si te importa la claridad pero no la perfección a toda costa, ve a por musescore. Hace el trabajo en el 90% de los casos.
Pero… si a veces necesitas «pisar el acelerador» y escribir música bastante compleja, para muchos instrumentos, o hacer cosas rebuscadas con la notación y (sobre todo) con la maquetación, pronto necesitarás un software de grabado profesional.
Si estás pensando en vender tu música o en ofrecérsela a conjuntos/orquestas de primer nivel, definitivamente deberías considerar un software de grabado profesional. Mencionas Finale, también podrías considerar Sibelius o Dorico (algún día lo terminarán…).
Desde luego, si quieres notar profesionalmente música sencilla para piano como la de Ludovico Einaudi, musescore es más que suficiente. Esto no es una crítica, sólo un hecho.
Lo peor que puedes hacer es limitarte estéticamente «porque el programa no me permite hacer esto o aquello». Elige las herramientas adecuadas a tus objetivos – y aprende a usar esas herramientas como si fueras el programador.
Juan María Solare