La primera generación del iPad mini contenía las mismas especificaciones internas que el iPad 2, que salió a la venta en la primavera de 2011. Aunque el iPad Mini era un año más nuevo, la tecnología que contenía no lo era.
En el núcleo del iPad 2/iPad Mini, y también del iPhone 4S, estaba el chip A5. Aunque fue un avance en su momento, al ser el primer chip de doble núcleo de Apple en un dispositivo iOS, no es nada comparado con los chips más nuevos que tenemos ahora, incluyendo el chip A7 de 64 bits lanzado en 2013.
Apple sigue impulsando su sistema operativo móvil. Mientras que el A5 era perfecto para iOS tal y como existía a principios de 2011 (iOS 4), ahora iOS es mucho más capaz. A medida que se añaden más funciones, se hace más en el dispositivo que grava la CPU/GPU. Llega un punto en el que estos dispositivos simplemente no pueden tener un rendimiento óptimo con estas mejoras. Y todos sabemos que a Apple le importa mucho la experiencia.
Dicho esto, el iPad Mini, como todos los dispositivos iOS de Apple, reciben soporte de actualizaciones del sistema operativo durante más tiempo que otras plataformas. Y aunque tu iPad Mini no reciba iOS 10 o iOS 11, puede seguir funcionando perfectamente con iOS 9 durante años.